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PRINCIPALES TIPOS DE INTEGRIDAD
La integridad personal. Puede referirse a un individuo educado, honesto, que tiene control emocional, que tiene respeto por sí mismo, apropiado, que tiene respeto por los demás, responsable, disciplinado, directo, puntual, leal, pulcro y que tiene firmeza en sus acciones, por lo tanto, es atento, correcto e intachable. La integridad, en este último caso, es la cualidad de quien tiene entereza moral, rectitud y honradez en la conducta y en el comportamiento. En general, una persona íntegra es alguien en quien se puede confiar. Como derecho fundamental, la integridad personal o física se relaciona al derecho a no ser objeto de vulneraciones en la persona física, tales como lesiones, torturas, tratos inhumanos, penas crueles, o la muerte. En este sentido, ser íntegro significa tener salud, estar entero, sin daños. Una persona íntegra es también aquella que no se queda en una sola actividad, si no que se mueve por las distintas áreas del conocimiento, posee una amplia gama de aptitudes y capacidades.
La integridad moral. Se define como la cualidad de una persona que la condiciona y le da autoridad para tomar decisiones sobre su comportamiento y resolver los problemas relacionados con sus acciones por sí misma. Está relacionada con los pensamientos, los comportamientos, las ideas, las creencias y la forma de actuar de cada individuo. Con respecto a las creencias, la integridad moral es el comportamiento del ser humano para hacer lo que debe hacer de acuerdo a lo que Dios manda. Todas las constituciones democráticas modernas recogen el derecho fundamental a la integridad moral.
OTROS
La integración económica es el proceso de unión de mercados que tienen como objetivo la formación de espacios económicos supranacionales más competitivos y eficientes que los de origen. La nueva estructura de colaboración resultante va más allá de una simple cooperación e implican la cesión de soberanía por parte de los Estados miembros.
Integridad + Cultura = Integridad cultural
La integridad cultural es un proceso que cuenta sucesivas integraciones, desintegraciones y nuevas integraciones en donde se acrecienta los contactos culturales y generalmente observamos que hay fuerzas culturales que entran en juego, distintas formas de interacción cultural y tendencias.
LA INTEGRIDAD EN LA SOCIEDAD
En una sociedad donde se pierden los valores y crece la
desconfianza, la integridad es un desafío impresionante en los negocios, la
familia, el estado y la Sociedad en general.
Estamos siendo valientes cuando vivimos de acuerdo a nuestra
conciencia cuando sería fácil esconder de los otros que no estamos siguiendo
nuestra conciencia. Es más cómodo deslizarse hacia abajo por la colina de la
vida, manteniendo o divagando en nuestro estado de conciencia actual, que seguir
las escaladas algunas veces duras del camino de lo que sabemos es correcto.
La recompensa de enriquecer continuamente nuestra integridad
personal es que nos volvemos más cocientes de nuestra naturaleza armónica, de
nuestra “chispa” divina.
Al vivir con integridad personal los demás se dan cuenta que
pueden confiar en nosotros y entonces nos convertimos en un amigo digno de confianza y un
valor para nuestra familia del mundo.
LA INTEGRIDAD Y LA ÉTICA
Uno de los modos más
importantes de poner de manifiesto la integridad consiste en ser leales con
quienes no están presentes. De esa manera construimos la confianza de los que
sí lo están. Cuando uno defiende a quienes están ausentes, retiene la confianza
de los presentes.
Stephen Covey
Ser una persona íntegra produce innegables efectos positivos
en la vida de las personas en general y en la gestión empresarial en
particular. Frente a las exigencias laborales o sociales, ante las múltiples
presiones que dificultan la toma de decisiones, apostar por la integridad es
conciliar convenientemente el propio bien y el bien común.
Sólo quien es íntegramente él mismo, o por lo menos lo
intenta, puede tener una visión global de su situación y decidir prudentemente.
Saber lo que es correcto, lo que está bien, nos ayuda a elegir los caminos
correctos.
Ser uno mismo, sin fisuras, quiere decir que la estructura
de la personalidad está apoyada en un conjunto de valores coherentes, que
entran en juego cuando se establece el orden de prioridades en el momento de
decidir y actuar.
La integridad apela a lo más profundo de la conciencia e
impulsa a actuar en consecuencia con ella. Esta visión amplia, propia de la
persona íntegra, es la única que ofrece garantía de acciones realistas, es
decir, acordes a cada situación concreta, sin dejar de lado ningún aspecto y
con el fin de elegir el bien por encima de cualquier otro beneficio personal.
Esta actitud vital aparece también reflejada en la
comunicación de la persona: la integridad de quien se comunica hace que que
cumplirá lo que promete, de tal manera que establece vínculos de seguridad para
su palabra tenga valor, logra que lo que dice sea confiable y que se crea a futuro.
Sobre la base de la integridad, se edifica la reputación de
la persona y de las instituciones. La buena reputación consiste en gozar del
reconocimiento de los demás, fundado en la confianza, en la rectitud de sus
intenciones, y avalado por una trayectoria de transparencia y de honestidad en
sus acciones.
Por ultimo podríamos concluir que su importancia es muy alta en la sociedad ya que se dice que: "La integridad es la clave del éxito y el aspecto del carácter de las personas que conlleva mucho más que honestidad."








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